domingo, 11 de noviembre de 2012

Bodas japonesas

A lo largo de la historia de Japón, el matrimonio como institución ha sufrido innumerables cambios debido a los sucesivos acontecimientos sociales que han condicionado el país. En la Edad Media era la familia de la novia la que debía aceptar al nuevo esposo en el seno de la familia, convirtiéndose en parte de ésta y llegando casi a romper los lazos que le unían con su familia biológica. Durante un largo período de tiempo, la novia continuaba con su familia biológica, hasta el nacimiento de su primer hijo. Sólo cuando ésto ocurría o morían los padres de ella pasaba directamente a formar parte de la familia del novio. Era el hombre el que debía pedir a su mujer en matrimonio. Es muy conocida la leyenda de Fukakusa, un noble de la corte, que durante 100 días consecutivos acudió al domicilio de su amada en Kyoto para obtener un "sí", respuesta que jamás obtuvo. En esta época el matrimonio era utilizado con fines políticos, para resolver rencillas entre diferentes clanes.



Las bodas Shinto se celebran en un santuario o templo Shinto. El sacerdote purifica primero el lugar donde va a celebrarse la ceremonia. Los novios visten kimonos tradicionales, que más tarde cambiarán para la recepción. Acuden únicamente los familiares más cercanos de ambos contrayentes. Durante la ceremonia beben sake y ambos leen sus votos. Después de la ceremonia se ofrece una recepción a los invitados, acudiendo a ésta no sólo la familia, sino parientes más lejanos, amigos y conocidos. Hoy en día, muchos hoteles disponen de capillas especiales para la celebración de bodas. Durante la celebración, los amigos y familiares realizan pequeños discursos sobre los novios, y son finalmente éstos los que toman la palabra para agradecer a los invitados su asistencia. En la recepción se han introducido muchos elementos occidentales: el vestido de la novia, la tarta nupcial, etc. Estos elementos.

Requisitos: Para casarse en Japón se necesita un Konin Yoken Gubi Shōmeisho 婚姻要件具備証明書, o certificado que expide el gobierno en el que se acredita que se es mayor de 18 años, que no existe ningún lazo de parentesco directo entre los contrayentes y que han transcurrido al menos 6 meses desde la disolución de una unión anterior. Cualquier hijo nacido de esta unión se entiende que es hijo del marido, a no ser que éste solicite una prueba de paternidad. En Japón está permitido el divorcio, regulado por los 家庭裁判所 katei saibansho o juzgados de familia.


El divorcio por tanto, también está contemplado, abarcando 4 modalidades: de mutuo acuerdo (kyogi rikon), el que se realiza con la mediación del jugado de familia (chotei rikon), el sentenciado por el mismo tribunal (shimpan rikon), y el dictaminado por un juzgado civil (saiban rikon). Los juzgados de familia o Katei saibansho tienen la jurisdicción en primera instancia para dirimir las demandas de divorcio.

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