lunes, 19 de noviembre de 2012

Bonsais

¿Son los bonsais árboles enanos por naturaleza? No. Los bonsais son los mismos árboles que encontramos en la naturaleza que mantenemos con un tamaño y forma determinados gracias a la poda, el pinzado y el alambrado. Los que se inician en el mundo de los bonsais suelen preocuparse mucho por la edad del árbol, considerando que cuanto más longevo sea mayor será su valor. Los auténticos interesados en este mundillo saben que no es en su fecha de nacimiento donde radica su valor, sino en su diseño y cuidados. La edad verdadera de un bonsai la descubriremos si cortamos el tronco, permitiéndonos ver los anillos que se han formado año tras año, siendo los anillos exteriores los más recientes. En principio, cualquier variedad de árbol es susceptible de ser convertida en bonsai, siendo, por ejemplo, los árboles de hoja caduca los más apreciados de los entendidos, ya que desde la floración hasta la caída de la hoja nos muestran el paso de cada estación.


Historia del bonsai

Sobre los orígenes de este arte, hay quienes creen que proceden de China, mientras que otros aseguran que nació en Japón. Ya durante el período Kamakura se hace alusión a los bonsais en un texto referido a una pintura del siglo VIII.

Se cree que el arte de los bonsais fue cultivado en un primer momento por gente perteneciente a la clase alta, aristócratas que buscaban especímenes curiosos de la naturaleza, árboles que sin la intervención humana poseían proporciones curiosamente pequeñas. Estas especies eran las que nacen sobre la roca o que debido a la falta de agua ha producido que sus dimensiones sean mucho menores que árboles de su misma especie situados en zonas con unas condiciones medioambientales óptimas. Estos ejemplares causaron sensación entre la aristocracia japonesa, que exhibían en sus salones los ejemplares más curiosos o vistosos.

Durante el siglo XVII (período Edo) los aristócratas perdieron interés por los bonsais, aunque finalizado este período, este arte se revalorizó entre las altas esferas. A partir de entonces los bonsais fueron tema principal de relatos, poesías y pinturas.

Fue durante las exposiciones universales de París y Londres cuando este arte fue "exportado", siendo la segunda mitad del siglo XX cuando el arte de los bonsais comenzó a expandirse más allá de la frontera japonesa. En ambas exposiciones, los visitantes mostraban una actitud temerosa antes estos pequeños árboles, creyendo que eran obra de sortilegios y brujerías.

El término bonsai procede de los vocablos japoneses bon (bandeja) y sai (planta) y significa, literalmente, 'planta en una bandeja' , es por ello que se cree que su origen está verdaderamente en Japón (el término chino es Pen-Jing, y puede ser también que se adjudique a Japón porque sea el término "bonsai" el que ha prevalecido). Lo que es cierto es que durante casi 800 años han sido los japoneses los que han cultivado este arte, creado escuelas y sentado las bases para los tratados sobre estos árboles en miniatura.

Creación de un bonsai:

En primer lugar es necesario buscar un lugar donde tendremos nuestro bonsai y donde reciba una cantidad suficiente de luz y agua. No hay que olvidar que los bonsais son árboles, que están en la naturaleza, y que por lo tanto deben permanecer en el exterior. Es debido a ésto que muchas veces los bonsais mueren al considerarlos "plantas de ornamentación" para el interior de una vivienda.

En cuanto a los lugares de germinación, podremos realizarlo en una maceta pequeña o en un recipiente de plástico duro, teniendo siempre en cuenta que es necesario un buen drenaje para que las raíces no se encharquen y abonarlo 2 veces al año. Si las semillas que vamos a utilizar son muy duras quizá sea necesario ayudar al proceso germinativo haciendo una pequeña ranura en la semilla con un cuchillo. Esto facilita la salida de la radícula.

Cuando la planta alcanza una altura de unos 8 cm hay que realizar el primer trasplante de maceta, limpiando las raíces con un pincel o brocha pequeña para eliminar los restos de tierra. Las raíces se podan teniendo cuidado de hacer cortes limpios, lo que producirá que el árbol detenga su crecimiento normal y vaya formando un bonsai. Se coloca en un recipiente mayor que posea un buen drenaje: normalmente los recipientes para bonsais poseen dos orificios, y se puede poner sobre ellos un trozo de red tupida para evitar que caiga la tierra. Como la planta seguirá creciendo, deberás ir podando con el tiempo el tallo principal, y las ramas laterales. Si quieres que tu "árbol" adopte una forma determinada debes orientar las ramas con alambre.
Algunas páginas sobre bonsais en español:

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